
Cuando pides algo por internet o compras fruta fresca en el supermercado, detrás hay una red de personas y tecnologías que organizan el recorrido de los productos desde el lugar donde se fabrican o cultivan hasta tus manos. Eso es la logística y la cadena de suministro: hacer que todo llegue rápido, en buen estado y de manera eficiente.
Quienes trabajan en este ámbito planifican rutas de transporte, gestionan almacenes, coordinan proveedores y usan tecnología para controlar cada envío. Además, buscan que estos procesos sean sostenibles, reduciendo emisiones y residuos.
El trabajo logístico se divide en varias áreas:
Diseñar las mejores rutas por tierra, mar o aire.
Organizar centros de distribución para ahorrar espacio y tiempo.
Coordinar producción, stock y entregas para que nada falte.
Usar datos, sensores y software para mejorar la eficiencia.
Reducir la huella de carbono con embalajes ecológicos o vehículos eléctricos.
La logística está en muchos más ámbitos de los que imaginas:
Permite que un festival reciba a tiempo escenarios, equipos de sonido y luces.
Coordina el transporte de material para campeonatos o Juegos Olímpicos.
Asegura que el pescado llegue fresco desde el puerto a los restaurantes.
Organiza la distribución de medicinas y vacunas en tiempo récord.
Planifica cómo transportar colecciones enteras de ropa a distintas ciudades.
Gestiona el envío de materiales a la Estación Espacial Internacional.
Los profesionales de la logística tienen salidas en muchos sectores:
Planificando envíos nacionales e internacionales
Organizando productos y planificando entregas
Asegurando que las fábricas reciban piezas y materias primas en el momento justo
Gestionando compras online y entregas rápidas
Asesorando a empresas para mejorar procesos
Desarrollando nuevas soluciones para la logística del futuro