
Las personas que trabajan en domótica automatizan los sistemas de los edificios para hacerlos más cómodos, seguros y sostenibles: controlan la iluminación, la temperatura, las persianas o los sistemas de seguridad desde el móvil o mediante comandos de voz. Utilizan la inteligencia artificial e Internet de las Cosas (IoT) en hoteles, hospitales, fábricas y entornos educativos.
Su trabajo mejora el confort y reduce el consumo de energía. Por ejemplo, una vivienda puede ajustar sola la calefacción según la hora del día o la presencia de personas. En agricultura, sensores conectados activan el riego cuando el suelo está seco.
Se dedican principalmente a estas tareas:
Integración de redes y dispositivos eléctricos inteligentes.
Conexión de alarmas, cámaras y sensores que detectan incendios, fugas o intrusos.
Comunicación entre aparatos que aprenden de los hábitos de las personas.
Automatización del consumo y uso combinado con energías renovables.
Control de sonido, luz o temperatura según la situación (modo “cine” o “descanso”).
Además, hay otros ámbitos más innovadores donde también son necesarias:
Cocinas inteligentes que regulan tiempos y temperaturas automáticamente.
Prendas con sensores conectadas a sistemas domésticos que adaptan la temperatura del hogar.
Instalaciones que reaccionan a la presencia del público con luz y sonido automatizados.
Tienen salidas profesionales muy variadas:
Diseño e instalación de sistemas inteligentes
Integración de tecnologías domóticas en edificios nuevos o rehabilitados
Desarrollo de sensores, software y dispositivos conectados
Diseño de soluciones personalizadas para viviendas y oficinas
Implantación de sistemas de vigilancia automatizados
Creación de nuevos dispositivos y aplicaciones domóticas
Docencia en centros de Formación Profesional o especializados