
La física estudia cómo funciona el universo: la materia, la energía, el movimiento y las fuerzas que lo gobiernan. Va desde lo más pequeño (partículas subatómicas) hasta lo más grande (galaxias enteras).
No es solo teoría: la física está en tu vida cotidiana. Las pantallas de tu móvil, las conexiones por satélite, los paneles solares, las radiografías o las resonancias magnéticas funcionan gracias a ella. Con la física entendemos el mundo… y creamos nuevas tecnologías.
La física tiene muchas ramas:
Explicar el universo con modelos matemáticos, como la relatividad o la cuántica.
Comprobar teorías con experimentos y datos.
Estudiar el espacio, las estrellas y los agujeros negros.
Desarrollar tecnologías como la radioterapia o la resonancia magnética.
Crear materiales innovadores para la electrónica y la tecnología.
Investigar la Tierra, terremotos y volcanes.
Base de tecnologías punteras como los ordenadores cuánticos o la criptografía cuántica.
La física está presente en lugares inesperados:
Explica cómo funcionan los instrumentos y cómo se propaga el sonido en un concierto.
Para analizar movimientos, calcular trayectorias y diseñar mejores materiales deportivos.
La “física culinaria” ayuda a crear espumas, texturas y nuevas técnicas de cocina.
Permite simular agua, fuego, explosiones o mundos enteros.
Sus salidas profesionales son muy variadas:
Creando láseres, paneles solares o dispositivos electrónicos
Optimizando fuentes renovables como la eólica o la solar
Diseñando nuevas tecnologías médicas
Colaborando en misiones de la ESA o la NASA
En laboratorios y centros científicos
Modelizando el cambio climático
En radares o comunicaciones
Desarrollando simulaciones y efectos especiales
Aplicando modelos matemáticos inspirados en la física
Enseñando y acercando la ciencia a la sociedad